entrevista
Antonio Sánchez Zamarreño l Poeta ante la Cruz 2009
"Mi poemario quiere ser como un retablo"
'La
nuca del malhechor'. Así ha decidido titular Antonio Sánchez Zamarreño
los versos que pronunciará el próximo 29 de marzo ante el Cristo de la
Agonía Redentora. Y lo hará con un estilo distinto al que emplea
habitualmente con un claro objetivo: "Rezar con todos los que asistan"

Antonio Sánchez Zamarreño delante del Cristo de la Agonía Redentora.
J. M. GARCÍA
ABRAHAM COCO
SALAMANCA
Se lo piensa dos veces antes de publicar sus
versos, pero no necesitó ni un minuto al aceptar la invitación de la
Cofradía de Cristo Yacente para ser el Poeta ante la Cruz de este 2009.
Los pocos que ya han podido leer el poemario que recitará ante el
Cristo de la Agonía Redentora, el próximo 29 de marzo en el coro de la
Catedral Nueva, aseguran que, sin menospreciar a los anteriores
oradores, Antonio Sánchez Zamarreño supondrá un antes y un después en
este acto. Él afirma que "eso es una exageración".
PREGUNTA - ¿Qué tipo de poemario ha preparado para ese día?
RESPUESTA - Se titula
La nuca del malhechor
porque en algunos de los textos me centro en la parte de la cruz donde
se apoya la nuca. Todo gira en torno a la cruz, no me muevo de los
alrededores del calvario. Lo que sí he hecho, ya que tenemos una
tradición de poesía religiosa riquísima en España, es retomarla.
Naturalmente, he procurado injertarle rasgos de modernidad porque no se
habla igual de la cruz en el siglo XVII que en el XX. El siglo pasado
fue muy dramático y eso se manifiesta en algunos de mis textos.
P - ¿En qué sentido?
R - He escrito un poema titulado
Perdona tu pueblo
que rompe con el resto por sus versos blancos y libres y la ausencia de
metáforas. Es un perdón colectivo a Cristo por las barbaridades
cometidas en dicho siglo ya que, como en él afirmo: "Nadie, jamás, en
ningún cosmos, nadie, / nadie crucificó tanto a sus dioses". El
calvario se renueva constantemente y he creado un relato para no dejar
indiferente a nadie, sea creyente o no.
P - ¿Cómo es
La nuca del malhechor en la forma?
R - Son 19 poemas divididos en siete partes -como las
palabras de Cristo- y planteados como una oración continua. Hay
muchísimas formas métricas clásicas.
P - Pero esto difiere de su poesía habitual…
R - Desde el punto de vista formal seguramente sí.
Muchos se extrañarán por ello, pero por el tema, el público y mi
intención de homenajear a la tradición española me he inclinado por
textos de andadura métrica clásica.
Además, desde el punto de vista conceptual está escrito para que
lo entienda todo el mundo que tiene formación cristiana. Quiero rezar
con todo el mundo. Incluso, como el público va a tener un cuadernillo
delante, tengo varios textos al estilo de la liturgia coral porque
quiero implicar a los asistentes.
p - ¿En qué se ha inspirado?
R - Yo escribo siempre en largos paseos que no son
sino oración. También he pensado mucho en los cofrades para no hacer
nada trivial, sino crear un texto digno. Lo he concebido como un libro.
En cualquier caso, aunque todo el mundo tiene derecho a mirar la
estética, pediría que miraran más el fondo. Nosotros admiramos los
retablos por el valor estético, pero en el origen el retablo es
catequesis para meditar los misterios de la religión. Ése es el
criterio que yo he querido aplicar.